No tengo nada para impresionar.

No tengo nada de eso que buscas, no soy nada de eso que está tan bien.
No soy ninguna princesa de cuento, no me considero una persona inteligente ni simpática, de hecho suelo ser bastante borde y caprichosa.
No soy nadie, casi no tengo historia, casi no tengo vida.
No tengo moral ni nada de esas cosas que importan de dentro.
Por fuera no queda nada más que un envoltorio de lo que antes fue una niña feliz. 
Hoy, soy todas esas cosas que odias y esas cosas que deseas, hoy soy todo y NADA... 

La música me controla, entra en el cuerpo y viaja por las venas.

La música es melodía, armonía y ritmo. Compuesto por un conjunto de notas y silencios. Es belleza. Capaz de hacernos flotar, de transportarnos a cualquier lugar, de hacernos recordar miles de momentos vividos. Nos hace soñar y pensar. Nos cambia el estado de ánimo e incluso nos llena de inspiración. Es como una explosión de diferentes sensaciones: tristeza, alegría, tranquilidad, libertad... Es magia. Es la droga que mis oídos necesitan. Nos acompaña siempre en los momentos más tristes, nos consuela. Y es capaz de hacernos desconectar del mundo, de la vida.