Seguidores

miércoles, 4 de julio de 2012

Perfección.


Querías a Peter Pan y sin embargo le tapiaste la ventana. Tarzán lo sacaste de la selva. Aladdín le dejaste sin su alfombra mágica. Hércules lo mandaste al inframundo. Y a La Bestia solo lo querías con su forma humana.
¿Y ahora qué?...
Ahora solo te queda un Peter Pan triste que ha dejado atrás su niñez, un Tarzán apocado y reprimido, un Aladdín sin libertad, un Hércules apagado y con pena y una Bestia con el alma rota.
Y esto es lo que pasa... Nos empeñamos en cambiar a los hombres e intentamos volverlos perfectos, sin saber que la verdadera perfección está en esos pequeños defectos que los hacen tan especiales y diferentes.