Seguidores

jueves, 15 de agosto de 2013

Y la puerta se cerró.

Aún recuerdo el día en el que mi pequeño mundo cambió para siempre. Puede sonar ridículo que me acuerde de detalles tan insignificantes como que era un sábado por la noche y en la televisión se emitía la película de 'Manolito Gafotas'. O que yo llevase aquel pantalón corto verde y aquella camiseta de lunares. Recuerdo también como la lluvia chocaba bruscamente contra los cristales de mi casa. Incluso como me sentí aquella noche que llegó a ser eterna, de un día que parecía ser como otro cualquiera. 
Pero lo que más impacto causó en mí fue algo tan simple como una puerta. Esa puerta que se abrió e inmediatamente se cerró de un portazo. Entonces entendí que él ya estaba fuera aunque aún a día de hoy no entiendo muy bien por qué.
Supongo que nadie podrá entender esta historia, tampoco pretendo eso, solo busco desahogarme soltando todo lo que llevo dentro. Ahora lo único que queda son los recuerdos y esa frase que se repite continuamente en mi cabeza...cuánto daño puede hacer una acción tan sencilla como cerrar una puerta.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Como siempre.

-¿Qué tal estás?
-(Mal. Fatal. Peor imposible. Esta situación me mata, me ahoga lentamente. Las palabras se quedan atrapadas en el pecho y explotan todas juntas como si de una traca se tratara, dejándome completamente sin vida. Quiero cambiar y no lo consigo. Quiero ser mejor y no puedo. No soy capaz de hacer nada para que toda esta mierda desaparezca para siempre. Y así, día tras día me hundo. No sabes lo que es vivir en una depresión constante.) BIEN, ESTOY COMO SIEMPRE.