Otro año más se va, dejando atrás muchos momentos y recuerdos. Algunos buenos, y otros, la mayoría, no tanto. Si, he reído mucho, pero también he llorado demasiado. Mucho más de lo que debería. Y si tuviera que quedarme con algo bueno de este año es de la gente que, a pesar de todo, ha estado a mi lado. Porque sé que no es fácil comprenderme y mucho menos ayudarme y quererme como vosotros lo hacéis.
También he aprendido que nada ni nadie es
lo que parece, que a la mínima cualquiera te hace daño, que hasta tus propios
amigos se pueden convertir en tus peores enemigos y hacerte sufrir como nunca
nadie lo había hecho. Pero al fin y al cabo todo eso ya es pasado, lo que
cuenta es lo que viene a partir de ahora. Un año nuevo lleno de nuevas
oportunidades y con el que empezaré de cero. Lo necesito, prometo cambiar, ser mejor persona y no sufrir
por alguien que no se lo merece. Vivir la vida como si no hubiera mañana y sonreír a pesar del dolor.
Y que sí, que le jodan a todos los que quieran
verme caer. Nunca me hundirán. Soy más fuerte que cualquiera de vuestras
palabras y acciones llenas de rabia. Seré feliz, pese a quien le pese.
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